viernes, 11 de septiembre de 2009

Amor y Amistad


Nuestra herencia histórica ha promovido una rivalidad entre el amor y el sexo, situando al primero como lo más grande y sublime del ser humano y lo segundo como perverso, maléfico y vergonzoso. Ante esta realidad proponemos una nueva perspectiva que abra una dialéctica entre el dilema del amor y el sexo, a la que denomina "Ternura".

Entre el sexo y el amor, entre la bestia y el ángel, hemos olvidado al hombre. Dejemos, pues, el sexo y el amor. Hablemos de la Ternura...

Dejando a un lado los prejuicios creados, debemos acercarnos al concepto de la carne como substrato de la ternura.

Para ello hay es de gran ayuda entender y explicar los factores que intervienen en la configuración de la sexualidad: el sexo genético, sexo citológico, sexo hormonal, y el sexo neurovegetativo.

A partir de este ultimo factor podemos comentar algunos detalles del " repertorio expresivo" del gesto erótico (según Henri Van Lier), como los sentidos (vista, oido, tacto y olfato) y sus características principales en el organismo masculino y femenino en lo que a erótica se refiere. También existe el sexo morfológico comparando la "sublime diferencia" entre la masculina y la femenina.
Una vez concluido este punto, avanza un paso más llevándonos del músculo al gesto, deteniéndose en los conceptos de líbido y deseo sexual; caracterizando el primero como la pulsión o el instinto, esa fuerza o energía elemental y primitiva, y el segundo como la "libido educada"

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